Culminaron exitosamente las celebraciones puertorriqueñas en Nueva York
Las celebraciones fueron muchas y de todo tipo. Iniciaron en mayo con diferentes actividades culturales en las zonas de la ciudad donde florecieron las primeras comunidades boricuas, como Loisaida, en el Bronx, en East Harlem etc., en las cuales participaron boricuas de todas las edades, se ofrecieron servicios, se promovió el arte musical y gastronómico de Puerto Rico y en donde los boricuas compartieron con la comunidad internacional todo el afecto, alegría y gran corazón que les caracteriza.
En junio las celebraciones iniciaron con la Misa Jíbara en la Catedral de San Patricio el domingo 5, en la cual además de reiterar que el pueblo boricua es un pueblo de fe y que rinde honor al poder celestial, también fortaleció los lazos con el poder terrenal y las principales autoridades de la ciudad, que encabezaron las celebraciones que culminaron el domingo 12 de junio.
Las celebraciones y festejos de este año fueron muy especiales, marcaron el retorno presencial y a ellas se unieron las autoridades locales, estatales y federales, empresas de todo tamaño, medios de comunicación, líderes y activistas culturales, académicos, artistas, etc., etc., etc.
CELEBRANDO EL LEGADO
Estas celebraciones fueron una oportunidad de volver a congregarse físicamente, de abrazarse, de saludarse, de dialogar y discrepar, pero sobre todo de celebrar el legado construido durante décadas por los pioneros puertorriqueños, entre ellos dos luminarias del arte y los deportes: el cantautor Bobby Capó, de quien se celebró el centenario de su nacimiento y también se conmemoraron cincuenta años de la muerte del legendario jugador de béisbol y activista de derechos civiles, Roberto Clemente.
La comunidad puertorriqueña volvió a Gracie Mansion, la residencia oficial del alcalde de Nueva York pisando con el pie derecho y en forma contundente. La recepción ofrecida por el alcalde a la comunidad boricua se realizó el jueves 9 de junio y a ella concurrieron los lideres en diferentes instancias de gobierno, unos elegidos en votaciones y otros designados por el burgomaestre.
El reconocido líder boricua Adolfo Carrión, quien actualmente es comisionado del Departamento de Preservación y Desarrollo de Vivienda, abrió el programa preguntado, sobre cuándo fue la última vez que escucharon que un comisionado puertorriqueño hacia esto y comenzó a cantar ¡Qué bonita bandera! y le dijo a Eric Adams: “Señor alcalde, nosotros estamos encantados, como comunidad, de estar aquí en la casa del pueblo, en la casa del alcalde y queremos agradecerle por invitar a nuestra comunidad.”
“Esta ciudad ha invertido en personas como nosotros, por eso yo puedo estar frente a ustedes este día como comisionado de la ciudad. La ciudad eligió a un alcalde de Brooklyn, del barrio, que entiende las realidades que nosotros, como familias, enfrentamos en esta gran ciudad.
Después de saludar a varios puertorriqueños nombrados por la administración Adams, entre ellos Lorraine Cortés-Vázquez, Ana María Bermúdez, Louis Molina, Lisa Flores, Eddie Caban, Annabel Palma y Vilda Vera Mayuga, cedió la palabra al alcalde Adams quien inició su discurso con tres palabras en castellano: ¡Hola mi gente!
El alcalde agradeció el respaldo de la comunidad puertorriqueña desde que fue presidente del condado de Brooklyn y comenzó dando la palabra al Fiscal de Distrito en Brooklyn, Eric González; al concejal Rafael Salamanca; la concejal Marjorie Velázquez; al senador estatal Luis Sepúlveda, a la concejal Carlina Rivera y saludó al sheriff de la ciudad, Anthony Miranda.
Entre otras Adams dijo: “Quiero personalmente decirles muchas gracias. Cuando yo estaba trece puntos detrás en las encuestas, cuando todos decían que era imposible, cuando todos hablaban sobre como nosotros no podíamos ganar… yo estaba en Sunset Park, en el Bronx, en Washington Heights, en Corona, en Flushing y en el terreno, cada día los latinos en general, pero específicamente la comunidad puertorriqueña, dejaron en claro que no importaba lo que estaban diciendo y que yo iba a ser su alcalde.”
“Ustedes salieron en un número récord. Mirando el mapa para ver de donde vinieron los votos para mí, vinieron de los boricuas, me apoyaron en un nivel consistente que no puedo nunca agradecerles lo suficiente, por eso solo voy a prometerles una cosa, no los voy a defraudar.
Les agradezco desde el fondo de mi corazón… !muchas gracias!
REUNION BORICUA
La mañana del viernes 10 de junio, en la Casa de la Herencia, en la Escuela Pública 109 de la calle 99 en el East Side, se realizó una conferencia de la comunidad boricua en la cual participaron, en familia, los oficiales electos de la isla y los oficiales electos puertorriqueños de Nueva York, entre los cuales estuvo el Senador Luis Sepúlveda y una de las figuras políticas puertorriqueñas más notables de la ciudad, el Hon. Rubén Diaz.
Entre otras cosas dialogaron sobre la agenda común y uno de los aspectos que se resaltó fue que en la isla todavía no se conocen los esfuerzos, pero sobre todo los logros que han conseguido los puertorriqueños en Nueva York.
IZADA DE LA BANDERA
El viernes 10 el alcalde Adams presidió la izada de la bandera puertorriqueña en Bowling Green, a pocos pasos del famoso toro de Wall Street, al cual se refirió en su discurso diciendo: “cuando vienes a Bowling Green, realmente donde está el poder de nuestra nación, millones de personas se forman en línea para tomarse la foto con el toro, porque ellos saben que nosotros somos tenaces sobre cuanto amamos a nuestra ciudad.”
“Para Louis Miranda y Yazmin y todos aquí en esta izada de la bandera, queremos ser parte de esto y mostrar a nuestros boricuas, cuán importante nosotros pensamos que son y como la ciudad les dice: mi casa es su casa. Esta es su ciudad y estamos aquí juntos, es un tiempo importante, yo estaré en el festival y marchando en el desfile.”
FESTIVAL Y GALA
El sábado 11 de junio por la mañana, el alcalde Adams asistió al Festival realizado en East Harlem, uno de los primeros barrios boricuas de la ciudad de Nueva York y en la tarde atendió la Gala del Desfile Nacional Puertorriqueño, la cual se realizó en el Zoológico de Central Park.
En la Gala del NPRDP no faltaron las celebridades, entre ellas algunos de los integrantes del famoso grupo Menudo y fue una oportunidad de mostrar la riqueza cultural puertorriqueña con danzas tradicionales. Durante la gala se reconoció a tres boricuas destacados: Nanette Cocero, de Pfizer; William Ramírez, director ejecutivo de la ACLU de Puerto Rico y a Magda Yrizarry, de Verizon.
Los fondos generados por la gala fueron recaudados y destinados para proveer de becas educativas y a amplificar los temas importantes que afectan a la comunidad puertorriqueña en la isla y en Estados Unidos.
DESFILE MEMORABLE
El Desfile Nacional Puertorriqueño de Nueva York es la actividad de la comunidad puertorriqueña más grande, renombrada y colorida de la Isla del Encanto a nivel internacional y para participar en ella, llegaron delegaciones de diferentes partes de Puerto Rico y de Estados Unidos.
Como cada año, una ciudad puertorriqueña fue homenajeada en forma especial y este año el NPRDP estuvo dedicado al Municipio de Cidra, conocido como el “Pueblo de la Eterna Primavera”, que se encuentra en la región montañosa central de la isla y alberga a aproximadamente 40.000 cidreños. Su alcalde, Ángel González Concepción, fue el invitado de honor de diferentes actividades y desfiló con su propio carro alegórico en la Quinta Ave.
El desfile también honra a una comunidad boricua estadounidense y este año fue la del área metropolitana de Filadelfia, que alberga a más de 250.000 puertorriqueños que viven en comunidades en los condados de Filadelfia, Berks y Lancaster en Pensilvania, así como los condados de Camden, Atlantic y Cumberland en Nueva Jersey y Wilmington, Delaware.
El desfile retornó a la Quinta avenida para celebrar sesenta y cinco años desde su inicio, congregando a todas las estrellas boricuas a nivel musical y político, entre ellas el cantante Niki Jam, quien fue el gran mariscal del desfile y una pléyade de políticos
El desfile fue el punto culminante de las celebraciones de la herencia puertorriqueña en Nueva York y la lluvia que lo amenazó, solo demostró que la unidad de una comunidad que realmente ama a su patria natal, siempre le mantendrá unida, enfrentando cualquier desafío que se le presente.