Declaración de la Senadora Mónica R. Martínez sobre el plan de regionalización propuesto por el Departamento de Educación del Estado de Nueva York

El Departamento de Educación del Estado de Nueva York (NYSED, por sus siglas en inglés), anunció recientemente un plan para regionalizar algunos servicios de las escuelas pública; esto ha creado por consiguiente una preocupación y una confusión significativa por parte de los padres, educadores y líderes comunitarios en el área de Long Island. Como maestra y ex subdirectora escolar, entiendo las intenciones de ampliar las oportunidades para todos los estudiantes y abordar las disparidades existentes pero, también debo expresar mi profunda decepción por la forma en que se ha diseñado esta propuesta.

Los miembros del NYSED y de la Junta de Regentes de Nueva York, tienen la responsabilidad de involucrar y educar a todas las partes interesadas antes de presentar una propuesta de esta magnitud. Desafortunadamente esta falta de divulgación y transparencia ha generado un miedo innecesario y una difusión errónea de la información. Algunos grupos han aprovechado esta brecha en la comunicación para alarmar a los padres y a los representantes de los distritos escolares sobre posibles amenazas a su autonomía local - una piedra angular con la que cuentan nuestras comunidades suburbanas-.

Hago un llamado a las autoridades del NYSED para esclarecer los detalles de esta iniciativa educativa que según ellos busca lograr un ahorro de costos y la ampliación de oportunidades sin debilitar la independencia local de los distritos escolares. El control local no debe ponerse en peligro ya que es un aspecto crítico en las escuelas de alto rendimiento de Long Island y una característica de nuestra forma de vida suburbana.

NYSED debería abordar en primera instancia las preguntas legítimas planteadas por parte de los distritos escolares y los padres de familia: 

• ¿Cómo este plan garantizará que las iniciativas locales y los programas avanzados continúen protegidos?
• ¿Qué medidas se implementarán para garantizar que los distritos con alto rendimiento no pierdan recursos en nombre de la regionalización?
• ¿Cómo esta propuesta equilibrará la necesidad de preservar la equidad y la toma de decisiones locales?

Estas preguntas merecen respuestas claras y específicas. Por esa razón, yo comparto las preocupaciones de muchas personas en nuestra comunidad con respecto a esta propuesta que ha dejado mucho a la interpretación y a la especulación.

Finalmente, insto al NYSED a dar un paso atrás, escuchar y entablar un diálogo significativo con las partes interesadas antes de continuar con esta propuesta. Un enfoque superficial de la política educativa de arriba hacia abajo sólo serviría para deteriorar la confianza existente. Los residentes de Long Island merecen un plan claro y reflexivo, no uno que despierte confusión y miedo.

Estoy dispuesta a trabajar con mis colegas de la Legislatura, la Junta de Regentes, el NYSED y los representantes de nuestras comunidades para garantizar que cualquier esfuerzo por mejorar nuestro sistema educativo se realice de manera transparente, colaborativa y con respeto hacia los valores y prioridades de los distritos escolares locales.